Luego de la debacle que provocó la pandemia en la economía mundial en el 2020, hay señales claras de que el 2021 será el año de inicio de la recuperación. Como puede visualizarse en el cuadro adjunto, el FMI proyecta un crecimiento de la economía mundial del 6%, liderado por China (8,4%), Estados Unidos (6,4%) y la Zona del Euro (4,4%). Estos tres países o grupos de países representan más de los dos tercios de la economía mundial.
Un reciente artículo de The Economist revela que la recuperación post pandemia introduce nuevos elementos en el análisis. El primero, es la importancia de la vacunación, pues a pesar de los innegables progresos en este campo (indudables en el Ecuador a partir del 24 de mayo), tan solo un cuarto de la población mundial esta completamente vacunada y apenas un octavo esta vacunada una sola vez.
Segundo elemento, la velocidad de recuperación se está enfrentando a ciertas restricciones en la provisión de insumos, como por ejemplo la escasez de micro conductores para fabricar vehículos y otros bienes de consumo final. Pese al desempleo, hay escasez de mano de obra para ciertos trabajos como por ejemplo en el sector del turismo, hoteles y restaurantes. La dinámica laboral ha dado un giro fundamental en la pandemia y la fuerza de trabajo ha modificado sus preferencias y necesidades. Esto puede generar un nivel de inflación superior al que originalmente se estimaba
Finalmente, los gobiernos que destinaron ingentes recursos a la reactivación de la economía (solo Estados Unidos mas de tres trillones de dólares) más temprano que tarde tendrán que recaudarlos o recogerlos de la economía (desmonetizarlos), para reducir el déficit fiscal y las presiones inflacionarias, generando un aumento de la tasa de interés, lo que tendrá un efecto indudable en el financiamiento de las economías en desarrollo.