El sector exportador ecuatoriano, continuamente, debe enfrentar factores exógenos que hacen que su actividad esté en vilo. Sin embargo, a lo largo los años, los representantes de esta actividad han demostrado ser resilientes y mantenerse a flote dentro del mercado mundial.

Eso ha sido muy evidente desde el año de la pandemia. El tránsito de productos se colapsó y hubo que poner altas dosis de paciencia y creatividad.

Para Ecuador fue un buen momento para redefinir sus objetivos, por lo cual inició una agresiva propuesta de diversificación de mercados y la búsqueda de nuevos acuerdos comerciales. Fruto de ello, se llegó a feliz término la relación con uno de los mercados más importantes para el comercio ecuatoriano: la entrada en vigencia del acuerdo con China.

A esto se suma que en este segundo semestre del año entrará en vigor el acuerdo con Costa Rica, hacia donde se exportan más de 300 productos y existe un significativo avance en las negociaciones con Canadá, las que se extenderán hasta el último trimestre del 2024.

Además, los gobiernos de Ecuador y de Emiratos Árabes Unidos formalizaron su intención de arrancar desde este año las reuniones para alcanzar un acuerdo comercial. Hacia ese país se exportaron en el 2023, USD 600 millones, por lo que el potencial es elevado.

De hecho, está en el top 20 en el ranking de exportaciones no petroleras de Ecuador.

En esta dinámica, la estrategia de diversificar la oferta exportable parece causar efectos.

La exportación de productos no tradicionales ecuatorianos experimentó un crecimiento de 11,5% en volumen y 2,4% en el primer cuatrimestre del 2024, respecto al mismo periodo del año anterior, según el Banco Central del Ecuador.

Productos como la harina de pescado, la balsa, las manufacturas de metales, los elaborados de banano y enlatados de pescado han aumentado de manera exponencial su actividad en este año. Productos derivados del pescado han llegado a mercados como Francia, Colombia, Chile, Bélgica y Perú.

Por otro lado, están las oportunidades en el mercado chino.

Los primeros productos ecuatorianos bajo los beneficios del acuerdo comercial, en vigencia desde el 1 de mayo del 2024, están llegando con mejores condiciones a ese país.

Un caso es el del banano, el segundo mayor producto de exportación no petrolera de Ecuador.

Según las cifras preliminares de la Asociación de Comercialización y Exportación de Banano del Ecuador (Acorbanec), en los primeros cinco meses del año el país exportó 5,2 millones de cajas de banano a China, es decir, 4% más que en el 2023.

Al aislar solo la cifra de mayo, que es el periodo inicial de la apertura comercial, el aumento es del 1%, que en términos brutos significan un millón de cajas de la fruta más.

Sin embargo, pese a las buenas noticias que ha traído el primer semestre del año, estas pudieron haber sido mejores, por lo que el segundo hay que tomar en cuenta una serie de desafíos a escala mundial.

El primero es el alto costo del transporte marítimo, debido a los problemas de paso por el Canal de Panamá. Esto significó que los envíos a regiones importantes para productos ecuatorianos, como Rusia, demoren unos ocho días más en llegar y el costo del producto se encarezca.

Otro desafío que se viene en esta segunda parte del año es dejar a punto las certificaciones que deberán presentar desde el 1 de enero del 2025 los exportadores hacia la Unión Europea. El bloque obliga ahora a presentar un aval de que toda la cadena de producción de las diferentes industrias que exportan no ha tenido procesos de degradación o deforestación, desde el año 2020 hasta ahora. Una medida similar también adoptará EE.UU. a inicios del 2025, lo que significa un reto gigante para las autoridades ecuatorianas y las exportadoras privadas nacionales.

Por otro lado, la dureza climática o de plagas que enfrentan varios países que son competidores directos con Ecuador en algunos productos, significan una gran oportunidad, como es el caso de café o las flores. Esto abre una ventana para colocar más producción en las manos de proveedores internacionales.

También está el lograr que más productos ecuatorianos consigan el acceso fitosanitario para acceder a China. Sin eso, prácticamente, el acuerdo comercial que se firmó no tendrá el efecto que todos esperamos.

Autora: Carolina Enríquez Paredes