En medio del complejo panorama económico que afronta Ecuador en 2024, el acuerdo comercial que suscribió con China, que está vigente desde el 1 de mayo, será uno de los factores para que el Producto Interno Bruto (PIB) de la nación crezca.
Parte de las esperanzas del Banco Central del Ecuador, de que el país crezca 1,0 % en 2024, están puestas en mayores exportaciones. La entidad señala que las ventas ecuatorianas al mundo podrían presentar un mejor dinamismo debido a la firma del Acuerdo de Asociación Comercial con Costa Rica y el Tratado de Libre Comercio con China.
El BCE dice, según las estimaciones del Ministerio de Producción, que en el primer año de vigencia del acuerdo, las exportaciones presentarán un aumento de 22,8% y las importaciones de 39,1%.
Hasta el 2030, se espera, en promedio, un crecimiento de las exportaciones e importaciones ecuatorianas en 8,4% y 7,8%, respectivamente. “La Junta de Política y Regulación Monetaria y el Banco Central del Ecuador consideran que el Tratado de Libre Comercio con la República Popular de China es una gran oportunidad de crecimiento económico y desarrollo sostenible para nuestro país”.
Comercio entre Ecuador y China
El tratado de libre comercio con el gigante asiático contempla un acceso preferencial para las exportaciones ecuatorianas a este mercado para alrededor del 99,6% de los productos que conforman la oferta exportable de Ecuador, como camarón, banano, cacao en grano, flores, entre otros productos, principalmente, del sector primario, provenientes de, en su mayoría, micro, pequeñas y medianas empresas, organizaciones de la economía popular y solidaria y artesanos, señala el BCE.
Asimismo, este acuerdo comercial permitirá el acceso de productos ecuatorianos con alto potencial exportable, como carnes congeladas, yogurt, productos lácteos, pitahaya, guabas, entre otros. Claro está, todo depende del tiempo que tome obtener los permisos sanitarios y fitosanitarios.
Según las autoridades, los procesos se volverán más ágiles, tras la vigencia del convenio. El país tiene prioridad, en las agencias chinas, para que se revisen los casos de cada producto que busca ingresar.
El TLC llega en un momento clave debido a la caída de las exportaciones de Ecuador hacia China, en 2024. Los envíos se redujeron en USD 496,1 millones en el primer trimestre del año, un 31,2% menos frente al mismo período de 2023.
Esto último debido a la desaceleración económica del país asiático, lo cual ha impactado en la demanda de productos.
Entre los primeros ítems que sentirán el beneficio del acuerdo comercial están la pitahaya, que involucra el trabajo 15 mil familias relacionadas con el giro de negocio, según datos del Ministerio de Producción. La desgravación arancelaria beneficiará a los artesanos vinculados al tejido del sombrero de paja toquilla, un producto que genera empleo para 2.500 ecuatorianos, principalmente en las provincias de Cañar, Azuay, Manabí y Santa Elena.
Lo que dicen los organismos internacionales
La Comisión Económica para América Latina y El Caribe (Cepal) ya le puso número al impacto del TLC entre Ecuador y China.
Se estima que la eventual puesta en marcha del acuerdo se traducirá en una variación del PIB de Ecuador para el período 2021-2035 de un 0,47% en el caso de un acuerdo de libre comercio que abarca todo el universo arancelario y de 0,39% con la exclusión de sectores sensibles.
¿Qué sectores serán los más beneficiados, según la Cepal? Los mayores efectos positivos por el lado de las exportaciones se concentrarán en tres sectores: agricultura, silvicultura, caza y pesca; alimentos, bebidas y tabaco, y madera, celulosa y papel.
En todas estas actividades se producirían aumentos de corto plazo (7%) de las exportaciones.
En los casos en que, además, se impulsa la liberalización del comercio de bienes de capital e intermedios, al mismo tiempo que se reducen las barreras no arancelarias, los eventuales aumentos de las exportaciones del Ecuador a China serán mayores (de un 18% y un 30%, respectivamente), con lo que tendría lugar una reducción del déficit comercial y se haría más manejable el equilibrio de la balanza bilateral con China, en el mediano plazo.
El Banco Mundial es más cauto. En su más reciente estudio ‘Ecuador: Crecimiento resiliente para un futuro mejor’ señala que las medidas para aumentar la apertura comercial necesitan algún tiempo para dar resultados.
Dichas políticas deben evaluarse cuidadosamente para reducir o mitigar posibles efectos secundarios adversos, a corto plazo, sobre las actividades y los empleos existentes.
El multilateral considera que la apertura comercial podría aumentar la productividad agregada a largo plazo.
Sin embargo, solo una pequeña parte de las empresas podrá responder a la competencia de las importaciones. De ser así, una mayor apertura podría tener efectos secundarios adversos sobre el empleo y la productividad a corto y medio plazo.
En este contexto, la liberalización del comercio debería evaluarse cuidadosamente para reducir o mitigar los impactos, por ejemplo, al dar prioridad a los acuerdos comerciales con países altamente complementarios o liberalizando los mercados de insumos.
En la misma línea, los posibles efectos positivos de estas reformas podrían potenciarse mejorando la productividad de las empresas de alta capacidad, más propensas a innovar en respuesta a las presiones competitivas.
Algunos productos ecuatorianos tomarán tiempo en ingresar a China
Un elemento para tenerse muy en cuenta y que se detalla en el análisis del comercio bilateral tiene que ver con la alta exigencia de requisitos y certificaciones en la aduana de China al momento en que el producto es internado, subraya la Cepal.
Por ejemplo, en el caso de un bien con alto potencial como el arándano, debe contar con certificaciones fitosanitarias cuyo trámite puede demorar hasta un total de cinco años, según organizaciones del sector exportador.
Por ejemplo, Costa Rica, país que cuenta desde 2011 con un acuerdo de libre comercio con China, sólo cuenta con 15 autorizaciones (para piña congelada, carne de res, carne de cerdo, piña deshidratada, entre otras), encontrándose todavía negociando protocolos para la exportación de nuevos productos como melón, carne de pollo y camarón blanco de cultivo.
Autora: Carolina Enríquez Paredes