Las cosas que impactan a China afectan a Latinoamérica. Esto es lo que lo que ha vivido la región y, específicamente, Ecuador, en 2024, en su comercio exterior.
China, uno de los principales compradores de materias primas del país, enfrenta un escenario bastante complicado. En los últimos años, de hecho, ha tenido desafíos económicos importantes debido, entre otros factores, a la pandemia de COVID-19, tensiones comerciales y una desaceleración en el sector inmobiliario.
El pasado 18 de octubre el gigante asiático reportó su crecimiento trimestral más bajo en un año y medio, a pesar de haber implementado diversas medidas para estimular el consumo y reactivar el sector inmobiliario.
Según la Oficina Nacional de Estadística (ONE) de ese país, el producto interno bruto (PIB) chino creció un 4,6% interanual durante el tercer trimestre. La institución atribuyó esta desaceleración a un “entorno externo complicado y difícil (…), así como a nuevos desafíos en el desarrollo económico interno”. Esas cifras contrastan con las aspiraciones del gobierno del gobierno chino, que proyectaba un crecimiento del 5% para todo este año.
Según analistas económicos internacionales, la prolongada crisis inmobiliaria en China, sumada a la baja confianza de consumidores y empresas, el creciente desempleo juvenil y el envejecimiento de la población, están exacerbando la situación.
Los efectos se han sentido en las exportaciones ecuatorianas. Según datos del Banco Central del Ecuador (BCE), de enero a septiembre de 2024, los envíos nacionales a ese país cayeron en USD 754 millones, si se compara con el mismo lapso de 2023, es decir, una caída del 16%.
Ha sido un mal año, sobre todo para los productos no petroleros insignia del país, como el camarón, sobre todo, tras el ‘boom’ que inició en el 2017 y que lo llevó a superar al banano, considerado por años el “rey” de las exportaciones ecuatorianas.
Ese buen momento se dio gracias a la demanda de China, pero este año se desinfló.
Según datos de la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor), entre enero y agosto del 2024 las ventas de camarón a China sumaron USD 2.111 millones, una cifra que refleja una caída de 21% frente al mismo lapso de 2023. La suspensión de empresas camaroneras y los cortes de energía también han afectado al sector.
Mientras que, según el Banco Central del Ecuador (BCE), entre enero y septiembre de este año frente al mismo lapso del año pasado, los envíos totales a ese país cayeron en 16,4%.
En el caso del camarón, la reducción del valor exportado responde, principalmente, al derrumbe que se ha experimentado en el precio del producto desde fines de 2022. “Esta caída está asociada a un mal desempeño de las economías de los países que constituyen los principales destinos de exportación, en especial China”, señaló la Cámara Nacional de Acuacultura (CNA).
En tanto que los envíos de banano representaron USD 71 millones entre enero y agosto de 2024, una reducción de 31% frente al mismo periodo del año pasado.
El mal momento de las exportaciones ecuatorianas al país asiático coincide con la entrada en vigor del acuerdo comercial entre los dos países, en mayo pasado. La apertura no ha sido suficiente para revertir el mal año económico de China.
La situación se proyecta similar para el 2025. El pronóstico de crecimiento de China para ese año, del Fondo Monetario Internacional (FMI), se mantuvo sin cambios en el 4,5%, pero las perspectivas no incluyen ningún impacto de los planes de estímulo fiscal anunciados recientemente por Pekín.
Analistas apuntan a que es probable que la mala racha se mantenga en el país en medio de la incertidumbre por el regreso a la Casa Blanca de Donald Trump, quien ha prometido aumentar los aranceles sobre los productos chinos y ha nombrado como miembros de su gabinete a personajes que públicamente se han pronunciado en contra de China, en una señal preocupante para la segunda mayor economía del mundo.
Autor: Carolina Enríquez Paredes