Las proyecciones del Gobierno de avanzar hacia un alivio para los ingresos del Presupuesto General del Estado, a través de la ejecución de dos leyes aprobadas por la Asamblea Nacional (de Eficiencia Económica y para Enfrentar el Conflicto Interno), se encontraron con obstáculos: el consumo de los hogares en caída, que se agudizó con las crisis de inseguridad y energética.
En el caso de la crisis energética, el problema coincidió en abril de 2024, mes que inició el aumento del Impuesto al Valor Agregado (IVA) del 12 al 15 %. Los gremios empresariales han estimado que el sector comercial, uno de los principales sujetos de cobro de ese impuesto, pierde entre USD 12 y 18 millones por cada hora de racionamiento energético, debido a la imposibilidad de vender sus productos.
Por eso, al revisar las cifras preliminares de recaudación tributaria del Servicio de Rentas Internas (SRI), se registra un incremento de solo USD 32 millones en el monto obtenido por el IVA, al comparar abril de este año y el mismo mes del 2023.
A pesar del resultado, el cierre positivo del mes significó una mejora, ya que en el primer trimestre del año la recaudación del IVA se redujo en un 0,5 % comparado con el mismo periodo del 2023.
Si se analiza el cuatrimestre de este año frente al del anterior el incremento, solo en el caso de IVA, es de 1,2%.
El 2024 se perfila como un año de desaceleración económica, lo cual impactará directamente en la recaudación tributaria. El Banco Central del Ecuador ha estimado que el Producto Interno Bruto crecerá 1 %. El Fondo Monetario Internacional (FMI) es más pesimista y estima apenas 0,1 %, es decir, estancamiento.
Las cifras se corresponden con una desaceleración del consumo de los hogares y que los apagones impactaron directamente en las actividades turísticas, principalmente, como hoteles y restaurantes.
De hecho, un informe de la Cámara de Industrias y Producción (CIP) muestra que las ventas del bimestre de este año frente al del 2023 las ventas totales, que incluyen las locales y exportaciones, se redujeron un 0,3%.
Mientras que las de las sociedades cayeron 0,9%.
Asimismo, también se detalla la afectación que, al final del año, tendrán las empresas por el incremento del IVA. La proyección es que las ventas locales gravadas con el impuesto caerán un 4,2%.
Se prevé que aquellas de actividades de alojamiento serán unas de las que más se reducirán.
Otro indicador de la ralentización se concentra en la recaudación de otros impuestos.
Según el SRI, entre abril de este año y el mismo mes del 2023 cayó la recaudación de tributos de tres tipos de tributos: a la renta, a los consumos especiales y a la salida de divisas. Los datos que se arrojaron fueron de -9,1%, -10,3% y 3%, respectivamente.
También se detalla otro rubro de impuestos varios que, para la suerte del Estado, registraron un alza de 74,1%.
Siguiendo el análisis, al impacto del alza del IVA en la economía de los hogares se suma un aumento de la inflación en abril, conforme el reporte del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC). A decir de las cifras presentadas, el índice mensual pasó de 0,29 %, en marzo, a 1,27 %, en abril.
El INEC detalló que los productos que gravan IVA que más subieron de precio fueron el protector solar (por las altas radiaciones de esta temporada), cepillos de dientes, gelatina y chocolate. Y entre los servicios, los que más se encarecieron fueron los alojamientos en hoteles, los paquetes vacacionales y los envíos de couriers.
Analistas consideran que la inflación no tuvo el aumento que se esperaba. Durante el debate de la Ley para Enfrentar el Conflicto Interno hubo legisladores y comparecientes que plantearon escenarios más fuertes.
Autora: Carolina Enríquez Paredes